En primer lugar empezaremos por el ala (wing) y que hay que tener en cuenta:
– Lo primero su diseño: perfil, profundidad, “arco”… esto nos dará garantías de potencia y estabilidad. Manejamos esta propulsión con nuestros propios brazos, no podemos tener un ala inestable que nos desestabilicé y nos pegue constantemente tirones.
– Algo muy importante: ligereza!!! El ala se maneja a fuerza de brazos, es imprescindible un ala ligera, cuanto más ligera mejor ya que será más agradable de manejar. Finalmente cualquier “winger” sueña con una navegación “free flag” es decir, el ala plana flotando en el aire, sin potencia y solo volando en tu tabla de hydrofoil con las energías del océano y el viento. Eso SOLO es posible con un ala ligera sin ninguna pieza rígida que añada peso y que haga que el ala toque el agua y por consiguiente te frene y te arruine esta increíble sensación. Como todo producto puntero las asas, refuerzos y costuras están colocadas de manera exacta, lo justo y precisó para no añadir peso de mas. Otra cosa a tener en cuenta es que cualquier pieza rígida puede ocasionar un golpe tanto a nosotros como a la tabla ya que el wing no tiene punto de anclaje como por ejemplo una vela de windsurf, es decir, es un “aparejo” muy suelto.